Isabelle Castillo y Thierry Chouquet (Café Milou) han vuelto a dar un golpe de efecto con su recién nacido: Hugo. Diseño elegante, grandes ventanales, un bar completo y una cocina abierta al fondo.
Junto a su primera dirección, este nuevo restaurante, que parece salido directamente de Nueva York o París, ya está a pleno rendimiento con las mesas llenas para la comida y la cena. Hay que decir que los platos, concebidos y preparados por el genial Michael Crespo, aportan un soplo de aire fresco al panorama gastronómico mexicano. El menú muestra una serie de pequeñas raciones, para compartir o en solitario, todas igualmente bien pensadas.
De entrada, la cebolla cambray / perejil / orégano logra un equilibrio entre el sabor quemado y la frescura de sus hierbas; los calamares divinamente fritos se funden a la perfección y son condimentados por un "alioli" de chiles fermentados; la frittata de hierbas persa juega la carta regresiva con sabores francos del sur de Italia.
Luego viene el crudo de Kampachi / leche de tigre, notable por la calidad del pescado así como por el equilibrio de sabores, dejando una nube fresca en el paladar, y apenas especiada. Por el lado de la carne, la tártara de ternera a cuchillo y crema de anchoas, con una primordial sensación de texturas, para acompañar uno de los muchos platos de verduras: coliflor / romanesco / almendra, col rostizada / agua de jitomate o esta ensalada de raddichio, grana padano, anchoas que recuerda locamente a la ensalada César, perfectamente ejecutada y aliñada.
El tourteau fromager, lejos de las tartas de queso que suelen ser demasiado grasas y pesadas, cierra la bola, todo en finura y golosidad dulce/salada.
En cuanto a los vinos, hay una estupenda carta de vinos con 5-6 vinos por copa y una selección de botellas realizada por la sommelier del local: Kate (ex Rosetta).
Una dirección predilecta, una nueva sede para los amantes de la buena comida y el buen vino, con un servicio atento pero relajado. Un lugar único, que llevamos esperando demasiado tiempo, que cumple todos los requisitos del restaurante perfecto, y esto, sin duda, gracias a su excelente equipo.
Noémie Lafon
Hugo – Avenida Veracruz 38, Roma Norte
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